11 de febrero de 2012

Y todo lo que planearan se quedó en nada.

Entonces ella se escapó de casa durante unas horas con la excusa de que le apetecía pasear, tan solo para verle a él, el chico con el que se sentía a gusto y feliz.
Él la esperaba antes de tiempo, y aunque ella llegase cinco minutos tarde, no importaba porque el momento juntos sería perfecto. Cada beso que se daban se convertía en piel erizada y calor, en cariño y pasión, en felicidad.
Las manos frías se rozaban en la piel caliente hasta que los cuerpos se fundían en la misma temperatura unidos por los labios y  por abrazos de verdadera pasión.
Pero tan solo una simple llamada telefónica podría estropear el momento, y así fue. Ella tuvo que regresar corriendo a su casa, pero no sin un último beso. Él se subió a su coche, lo cambió de sentido y lo dejó encendido en medio de la carretera, se bajó, la besó y regresó al coche.
Fue la primera y la última vez que estuvieron juntos a solas después de comenzar a quererse... Quizás fue ella la que decidió alejarse de él, pero él fue el que tomó rienda a esa ruptura; ahora ella vive inmersa en un sentimiento de soledad, vacío y tristeza interior, sin saber nada de él, sin ser capaz de hacer una llamada y preguntarle qué tal... Sin embargo él tampoco se ha preocupado por ella, y ella de rodillas pide en secreto que vuelva.

9 de febrero de 2012

Si desde que no estás hace mas frío

No puedo mentir
tengo que admitir
que desde que no estás
hace mucho más frío,
y que es difícil estar así.

1 de febrero de 2012

Mi-e dor de noi

Escribo porque este vacío que llevo por dentro no me deja casi ni respirar. Y la verdad es que tengo que admitir que es por ti, que nada es lo mismo desde ese adiós, es que no me siento bien porque todo lo que miro me recuerda a ti, en tan poco tiempo conseguiste darle sentido a todo lo que yo no entendía, y le cambiaste el sentido a cualquier cosa que ya lo tenía. Tú eras todo, eras mi sonrisa, mi respirar, mi motivación, eras mi espejo, eras las estrellas, eras aquel pendiente perdido, eras esa flor que me regalaste, eras todas esas horas en las que yo estaba embobada pensando en ti, repito; eras todo. Pero todo eso paso de ser tú a ser un recuerdo que me tortura. Me tortura tanto que no podrías entender jamás como me siento, es que no puedo creer por que decías que yo era tan especial para ti... no entiendo cuál era tu finalidad si sabías que lo único que yo podía ofrecerte era mi amor, y sonará cursi pero es que no tenía otra cosa. Y si decías que yo te hacía sentir tan bien, no entiendo cómo es que ahora te sientes igual y que a duras penas me recuerdas.
Dime, si al menos, tienes ganas de darme un último beso.