6 de diciembre de 2017

Mímala

No será su mejor cara cuando se ría a carcajada limpia, ni cuando se despierte por la mañana en tu cama, quizás tampoco cuando se desmaquille. 
Pero mírala: mírala que bella está cuando le da vergüenza estar desaliñada, mírala que feliz es cuando no necesita nada más que tu compañía para sentirse completa, mírala como se preocupa por cuidar cada detalle para que todo esté a tu gusto... y sobre todo, mírala como te da la oportunidad y la suerte de ser solo tú quien la mime.

Entonces mímala.