Se acabaron las confesiones diarias, no me cansaba de repetirte cada día todo lo que te decía y se que nunca me cansaría. Ya se que no volveremos a tomar la rutina de los "te quieros" pero hoy necesito volver a confesarme. No se si presientes que sigo aquí pero todo lo que escribo es por ti, porque me duele saber que yo sigo pensando en ti y que tu vives sin importarte nada de lo que ha pasado.
Me gustaría volver a retomar lo que hemos perdido, y a pesar de que se que es imposible intento seguir adelante. Ojalá te sintieras igual de vacío que me siento yo desde entonces... ni siquiera puedo consolarme viendo tus fotos, no tener acceso a ellas me mata, y más me mata aún tener todos esos mensajes guardados, leerlos día a día, saber que tengo tu número guardado y no escribirte un "buenos días, ven a abrigarme" o un "buenas noches, sueña conmigo". Me duele no poder volver a verte ni cinco minutos porque los dos huímos de la posibilidad de encontrarnos, me duele tan solo pensar que no quieres retomar ni siquiera una pequeña amistad, me duele no poder cumplirte todas mis promesas.
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