27 de diciembre de 2010

Lo asimila tu cabeza, pero no tu corazón.


Se que lo que nosotros tenemos, sea lo que sea, solo es algo profundo para mí. Que yo se darle importancia a todo, pero tú no. Se, también, que cualquier día, el más inesperado, tendré que olvidarte o sufrir por tí, que lo nuestro se lo llevará el viento, como cuando soplas un diente de león y sus pétalos echan a volar independientemente como ángeles, libres y felices. Tú huirás igual, feliz y libre, mientras que yo seré el simple tallo plantado en el suelo y deshojado tristemente, me quedaré como un árbol en otoño sin hojas. Me quedaré sin compañía, pero te estaré esperando a que llegue la primavera de nuevo y que florezcan los pétalos. 
que florezca 
MI FELICIDAD

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